El juego del sí o no: Sí o no te acostarías con esa persona
17.Oct.2022. Curiosidades. De acuedo con Fréderic Beigbeder, todos los hombres del mundo están constantemente realizando el juego del sí o no el cual consiste en mirar a todas las personas que ves en la calle y responder si sí o si no te acostarías con cada una de ellas. Si eres homosexual, responderías a esa pregunta ante cualquier hombre que se te cruce en tu camino. Si eres heterosexual, con cada chica. Si eres bisexual pues con todos los seres humanos.
"Este sí". "Este no" o "Esta si", "Esta no". Todo el día. Sin parar. De acuedo con Beigbeder, no hay tregua en el juego del sí o no. ¿Eres hombre y nunca habías realizado este juego?... o ¿Juegas constantemente y no eras consciente de ello?
Para Beigbeder, este juego te permite matar el tiempo estés donde estés: en la cola de un aeropuerto o estación de tren o metro, durante una comida en un restaurante, en soledad en la terraza de un café, en soledad en un bar, en soledad en una discoteca, en soledad en cualquier sitio. De acuerdo con su columna en la revista ICON de este mes de Octubre, este juego se puede jugar con varias personas. Para él, todas las mujeres se clasifican en una de las dos categorías: "Esa es un sí o un no" y por supuesto, hay más noes que síes. Pero no dice nada sobre cómo es esa relación con los hombres.
Beigbeder confiesa, además, que es un juego perturbador. La edad, por ejemplo, no es el único criterio. Ni el contorno del pecho, en el caso de las mujeres. Es el encanto, el aspecto, la sonrisa (sobre todo si se le forma un hoyuelo en la mejilla), la voz, una cabellera, un tobillo con pulsera, un hombro dorado, una nunca grácil o un perfume embriagante pueden bastar.
En caso de desacuerdo entre dos jugadores gays de sí/no, la discusión puede ser interesante: ¿Por qué este sí y por qué este no? Es subjetivo, injusto, malsano, egocéntrico y obsesivo, de acuerdo con Beigbeder. Es una orgía imaginaria, según sus palabras. Un intento de agotar las posibilidades sexuales en su Tinder mental. La mirada del hombre es insaciable. Para él, como hombre heterosexual, cada mujer que se ha cruzado en su camino en sus 57 años de edad ha sido escaneada en la prueba del sí/no.
Beigbeder confiesa que el juego del sí o no es la única ocupación de los hombres, ya sean solteros o en pareja, homosexuales o heterosexuales y reconoce que los hombres bisexuales tienen un campo de juego más grande. Y antes de que una horda de mujeres y hombres salgan a quemar a Frédéric Beigbeder en la hoguera ante tal revelación, oculta para muchas personas, Beigbeder sorpresivamente nos confiesa que cuando mira a las mujeres que se cruzan en su camino, repite en su cabeza el sí que le dio a Lara, su esposa, el día de su boda.
Y es así cuando la horda de personas que pensaban en linchar a Beigbeder, en su mayoría mujeres, se calman y se retiran a sus casas, aun rezongando pero quizás con una sonrisa en la boca.
Constanza Ferrer
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