Claves para convertirte en el invitado perfecto en una reunión, rumba o fiesta
21.Sep.2020. Tips. Una vez que superemos esta pandemia que tanto nos ha cambiado la vida, poco a poco todo volverá a la normalidad. Volveremos a ser invitados a una boda, a una comunión, a una celebración, a la inauguración de una exposición, a un cumpleaños, a una fiesta, etc.
¿Sabías que hay unos códigos de comportamiento que deberías conocer? Además de las reglas básicas de cortesía que todo el mundo (o que casi todo el mundo conoce), hay algunas cuestiones que se deben tener muy presentes para quedar como una persona bien educada. Si no te vuelven a invitar no nos culpes, que quizás debiste leer estos tips para ser el invitado perfecto.
- ¿Qué tal está tu puntualidad?
Hay quienes te dirán que no quieren ser los primeros en llegar, pero realmente lo que no deberías hacer es llegar antes ni llegar después. Si sabes que los anfitriones han alquilado el local para la fiesta, ¿por qué llegar una, dos o tres horas tarde?
La puntualidad es un gesto de cortesía y buena educación que un invitado debe tener con los anfitriones y con los demás invitados.
- ¿Qué look tienes pensado para la ocasión?
En la actualidad, cuando te invitan a la mayoría de las invitaciones a eventos o celebraciones comunes, no te suelen indicar el tipo de vestuario a lucir. En estos casos, hay que vestir de forma adecuada al evento, la hora del mismo y el tipo de celebración o fiesta a la que acudas.
No sería muy buena idea el tratar de destacar, como tampoco el de pasar demasiado desapercibido. Todo en su justa medida.
- ¿Qué vas a llevar?
Cuando hablamos de fiestas y celebraciones particulares es habitual llevar un detalle a los anfitriones. ¿No sabes qué llevar? Pues simplemente ten en mente que lo que quieres es demostrar el agradecimiento por la invitación, no hay nada más que demostrar. Una botella de vino, unos bombones, un postre, un regalo, etc.
El obsequio debe entregarse en el mismo momento en que te reciben los anfitriones y no, no hay que presumir ni contar a los demás invitados lo que se ha regalado a los anfitriones.
- ¿Qué tan dispuesto estás de participar?
¿Que no conoces a nadie? Pues deja la vergüenza en la puerta. Si bien los anfitriones deberían ser los que te presenten al resto del grupo, no tengas reparo de tomar la iniciativa, corta el hielo, preséntate y colabora.
Un buen invitado debe ayudar a los anfitriones, incluso realizando algunas presentaciones de amigos o personas conocidas comunes; puede recibir o atender a algunos invitados si se lo piden, etc. Un buen invitado debe estar dispuesto a colaborar.
- ¿Qué tantas ganas de beber tienes?
Un invitado perfecto jamás se emborracha. Esto no significa que no debe beber. No se trata de eso. Se trata de que esa persona ha preparado su estómago comiendo previamente bien, especialmente si se sabe de antemano que la celebración será larga. La bebida te afectará con mayor rapidez si te has saltado una comida durante el día o has comido muy ligero.
Un invitado perfecto bebe con calma, baila, conversa y saborea cada copa, cocktail, o trago y sabe parar y/o alternar con vasos de agua cuando la bebida ya está haciendo efecto.
Una forma básica de controlar lo que bebes consiste en evitar que te repongan la bebida, ya que perderás el control de lo que bebes. Es preferible consumirlo de principio a fin. Mantén tu vaso/botella por un rato en tu mano luego de haber acabado la bebida. Esto te permitirá ir más lento (especialmente si estás en una disco con tus compañeros de trabajo).
Disfruta tu celebración como siempre lo has hecho. No tienes por qué privarte de tomar de tu bebida favorita, pero si quieres que te vuelvan a invitar, hazlo con moderación.
- ¿Qué tal están tus habilidades sociales?
Un invitado perfecto es educado y moderado a la hora de hablar y de expresar sus opiniones sin avasallar al resto de los presentes. La prudencia debe ser la regla a seguir como norma de comportamiento. Si a esta importante norma le sumas un poco de sentido común y amabilidad, serás un invitado ejemplar.
Evita convertirte en ese invitado que no para de hablar para convertirse en el centro de la atención. Deja que el protagonismo sea de los anfitriones, los familiares y las sorpresas que tengan preparadas.
Agradece cualquier detalle, pide disculpas por cualquier error o "accidente-incidente" que tengas, por pequeño que sea.
- ¿Qué tantas ganas tienes de irte?
No, no es correcto marcharse sin despedirse. Si la fiesta es multitudinaria, al menos despídete de los anfitriones. Si son pocos los invitados, hay que ser educados y despedirse de todos los invitados.
Como regla de oro, debes saber que la despedida debe ser breve. Jamás te conviertas en esos invitados que "se están marchando", pero no terminan de irse. Ni tampoco, de los que entretienen a los anfitriones a la puerta de casa durante mucho tiempo.
¿Quieres ser el invitado perfecto? Pues toma en cuenta todo lo anterior y agradece a los anfitriones la invitación y las atenciones recibidas cuando estés a punto de irte.
Maximiliano Maztrantone
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