Diez formas para hacer que tu pareja, novio o peor-es-nada termine contigo (si es lo que quieres)
16.Jun.2023. Tips. Terminar una relación con alguien nunca es fácil
porque nunca sabes cómo va a reaccionar el otro: ¿Se pondrá a llorar? ¿Comenzará a proferir gritos, insultos y amenazas? ¿Saltarán cosas producto de la ira? ¿Le dará exactamente igual?
Por todas estas cosas, llega un punto en la vida de todos en que, además de aprender a dejarlo con alguien, es imprescindible aprender a hacer que te dejen a ti. Porque de esta forma, todo queda mucho más elegante, no quedas como el malo y, lo más importante: te libras de él. Conoce 10 formas para hacer que terminen contigo (si es lo que quieres).
Urdiendo el plan
Por todo esto, como hombre gay, he rebuscado en lo más profundo de mi inteligencia (justo debajo de donde guardo en mi memoria la letra de "Libérate del Titi") y he confeccionado esta lista de 10 formas para hacer que terminen contigo, sea tu marido, tu pareja, tu novio, tu noviecito o tu "peor-es-nada".
- 1. Hazte insoportable
Sí, ya sé lo que estás pensando, "que muchas locas ya llevamos eso de serie y no cuenta". Y sí, también es verdad que cuando no estamos a gusto con alguien, se nota, pero siempre podemos esforzarnos un poco más.
La técnica es sencilla, critica y quéjate de todo lo que haga. "La peli que has escogido es un espanto". O "¡Este suflé de foie y filet mignon al pesto es atroz!" o incluso puedes llegar al extremo: "Esa camiseta te hace ver caderas de doñita".
2. Ignóralo por completo
Supongo que esto viene a ser la salida más fácil o la más habitual, sobre todo porque ignorar a la gente es como muy fácil. No haces nada...
...
...
...
¿Ves?
Lo peligroso de esta técnica es que ya sabemos todos cómo somos los humanos en general y los gays en particular. Cuando más me ignoras, más voy yo detrás babeando por donde pisas.
Así que lo más práctico al final es pasar de responderle las llamadas telefónicas, whatsapps, mensajes de voz y demás intentos de comunicación, sólo que ahí de lo de quedar bien tenemos que olvidarnos y al seguir esta estrategia nos transformamos en los seres más malvados del universo.
Pero funciona perfectamente, eso sí.
- 3. Agóbialo convirtiéndote en todo un "empalagoso"
Partiendo de lo que te acabo de decir de que "falta que lo ignores para que te ame", si somos nosotros los que vamos detrás de la forma más empalagosa posible, seguro que acabarán ignorándonos.
Cuesta, claro, porque lo que sentimos es todo lo contrario, pero todo es echarle un camión de bol... voluntad y meterse en el papel: "¿Ya has llegado a casa? ¿No? Pues creo que ya te echo de menos, aunque te estoy viendo por la ventana". "Dame un ring cuando llegues a casa, cariño". Y tal. Lo malo es que encima le pueda gustar, que siempre hay gente para todo.
- 4. Quítale el sexo
Otro clásico. Que si "hoy estoy cansado", que si "me duele la cabeza", que si es que "me he masturbado antes de que vinieras"... No hay nada que entibie más las cosas que dejar a alguien a dos velas... por lo menos en las primeras etapas de la relación.
Claro, que siempre puedes haber topado con el novio o medio-novio más comprensivo del mundo (o el menos sexual) y que todo esto le importe un rábano... o que se busque sus cosas fuera de la relación. Aunque eso puede acabar mejor si al final acaba encontrando a otro, ¿no
- 5. Propónle un trío
Quien dice un trio, dice guarradas varias, hacerlo en sitios extraños, pegarle en plan sexual o cosas así... incomodarle sexualmente hablando, vamos.
Esto, claro, también es arriesgado, porque imagínate que es lo que siempre había querido proponerte y nunca se había atrevido a decir. Puedes liberar a la bestia y acabar peor de como estabas. Por eso había dicho lo del trío, porque siempre es una oportunidad de que conozca gente, si no se escandaliza... o que tú conozcas a alguien o por lo menos te lo pases bien, mira.
- 6. Aparenta que sales con otros
Estoy hablando de que se note, claro, porque si lo haces tan bien a escondidas que no se da cuenta de nada, pues da un poco igual.
Aquí puedes dar rienda suelta a tu creatividad; llamarle por otro nombre (en la cama mejor, pero fuera también vale), decirle a un amigo que te haga llamadas perdidas (o ponerte la alarma con la mísma música que los mensajes), hacerle cosas exóticas en la cama (para que parezca que lo has aprendido con alguien)... o, si tienes maña, hasta puedes maquillarte chupetones. ¡Imaginación al poder!
- 7. Depilarte completamente
Esta es una opción especialmente recomendada en caso de que tu marido, pareja, novio, noviecito o peor-es-nada sea amante de los pelos.
Ataca a su libido y a su sistema de creencias esquilándote como una oveja. Claro, que si de verdad te gustan tus pelos, es una auténtica tragedia...
- 8. Fanatízate
Pensando en lo del sistema de creencias, se me ocurre que, exprimiendo tus dotes interpretativas, podrías también fingir una iluminación espiritual.
Pues a ver... bendecir la mesa, decir una oración antes de acostarte (o de tocar siquiera la cama), decir que no puedes salir los sábados porque tienes que ir a misa... o, ¡qué leches! ¡que todas las tardes tienes que ir a misa! Sí, bueno, cuando lo he pensado me ha parecido una tontería, pero la verdad es que no se me ocurre nada más aterrador que tu novio de pronto haga estas cosas.
- 9. Saca todas tus plumas (y más, si es preciso)
En un muy alto porcentaje de locas, esto sería lo definitivo, sin duda. Si de pronto empiezas a llamarle, "chica", "chama", "mana", "cari", "tía", etc, y a gesticular como si estuvieras en una peli muda y/o a levantar el meñique cuando bebes... pues en menos de una semana quedas liberado y solterizado, por supuesto, todo dependerá del nivel de Plumofobia de tu marido, pareja, novio, noviecito o peor-es-nada.
Esto en realidad es algo fatal, porque luego vamos pidiendo a todos que se nos acepte pero discriminamos la pluma... y, reconozcámoslo, fingir un exceso de plumas no es tan sencillo como parece (que nosotros ya lo experimentamos), pero es una opción más que válida.
- 10. Escribir un artículo sobre formas de hacer que te dejen
Si todo lo anterior no te funciona, ésta, desde luego, es la opción definitiva. ¿No crees?
¿Mala yo? MAL - VA - DA.
Artículo publicado en el desaparecido sitio web www.enehache.com.
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