¿Los afrodisíacos son un mito o de verdad elevan la libido?
27.Ene.2022. Mitos. Desde tiempos remotos se han relacionado ciertos alimentos con el aumento del deseo sexual. El chocolate, las ostras o las fresas son clásicos de la 'gastronomía sexual'.
Si bien existe una amplia bibliografía al respecto que da fe de la tradicional vinculación entre dieta y sexo, hoy día, el punto de vista científico no permite hacer afirmaciones tajantes al respecto. De hecho, los estudios llevados a cabo se siguen realizando sin que se haya llegado a ninguna conclusión definitiva.
La controversia llega hasta los expertos en la materia, que toman posiciones divergentes. La opinión más extendida actualmente es que existe mucho camino por recorrer hasta llegar a conclusiones definitivas y por el momento, el poder afrodisíaco de los alimentos reside más en la índole psicológica que fisiológica.
Muchos estudios tratan de encontrar nexos de unión entre el contenido en vitaminas y minerales de los alimentos y su posible efecto sexual favorecedor.
Las vitaminas liposolubles del huevo, los aceites de semillas o los frutos secos podrían favorecer la eyaculación; el calcio de los productos lácteos podrían ser responsables de orgasmos más intensos; el ácido fólico de los vegetales y cereales integrales podrían favorecer la circulación sanguínea genital y una buena dieta en general, ejerce de modulador del equilibrio hormonal, pero todavía no se ha demostrado fehacientemente una relación directa entre alimentación y deseo sexual.
Si bien la relación entre lo que se come y el aumento del deseo sexual está en entredicho, lo que es irrefutable es que el cómo se come tiene una gran influencia. Una cena tranquila y romántica a solas con tu pareja, con luz tenue, una sugerente música de fondo y una amena conversación, seguida de un estimulante masaje, es una fórmula infalible. Todavía más si este sugerente escenario está acompañado por alimentos que predispongan a los comensales a estimular sus sentidos, cuanto menos psicológicamente.
Los alimentos afrodisíacos por excelencia
El legado de nuestros antepasados incluye una interminable lista de alimentos y productos naturales a los que se les ha atribuido un efecto afrodisíaco. Obviamos el polvo de cuerno de rinoceronte o el diente de tigre y nos centramos en los más populares. Cierto o no, su componente simbólico puede causar estragos.
- El Chocolate. Es uno de los alimentos afrodisíacos de los que más se hablado. Contiene componentes neurotransmisores, una sustancia excitante llamada teobromina y encierra un efecto antioxidante que retarda el envejecimiento. Su consumo genera endorfinas, la misma sustancia generada cuando estamos enamorados. Las alusiones a su posible efecto lujurioso se cuentan por millones... ¿Pensando en un Mousse esponjoso de chocolate? ¿A que si?
- Las Ostras. Son uno de los alimentos más populares. Por su gran aporte en minerales, entre los que destaca el zinc, favorece la plenitud mental y física.
- Las Fresas. Ayudan a aumentar el flujo sanguíneo. Se dice de ellas que aumentan el deseo sexual y carnal. Otro clásico de la "gastronomía sexual".
- El Plátano, cambur o banano. Una de las frutas más energéticas con un extraordinario aporte de potasio. Su forma fálica ayuda a que la imaginación aflore.
- La Miel. Eleva los niveles de testosterona en sangre y con su nombre ha quedado bautizado el caliente viaje de los novios tras la boda. Gracias a la miel recordamos un corto de temática gay que publicamos hace un tiempo atrás.
- La Jalea Real. Es una sustancia segregada por las glándulas que tienen las abejas en la cabeza. Rica en aminoácidos y micronutrientes, en muchas fuentes se le atribuyen grandes efectos vigorizantes.
- El Champagne. El alcohol siempre es mejor beberlo con moderación. Acabar una cena con un par de copitas de champagne puede ser el mejor preludio para una buena noche. Una de las combinaciones clásicas une a esta sugerente bebida una ración de fresas.
- Otros. Si nos queremos hacer eco de todos los alimentos a los que se les ha atribuido efecto estimulante del deseo sexual, la lista es interminable: apio, espárragos, diente de león, anís, ginseng, almendras, avellanas, nueces, soja, zanahoria, aguacate, café, piña, frambuesas, vainilla, canela, vino, etc.
Iker Larre
Artículo publicado en la revista ZERO, edición No. 115.
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