hombre danesConfesiones de Medianoche: `Mi amigo danés... ¿Bisexual?´

 

14.Abr.2018. Anécdotas. Siempre me ha gustado rumbear (irme de marcha). A veces con la intención de ir de cacería pero cuando voy con esa intención no pasa nada y termino en mi casa tranquilito y solitario.

 

Pero cuando voy a rumbear sin expectativas pasan cosas que nunca me espero.

 

Con el tiempo he aprendido a rumbear solo ya que tengo la premisa de que siempre encontrarás a alguien conocido. Pero esa noche, no conseguí a nadie conocido.

 

No se si es debido al clima playero, pero en Puerto La Cruz (Edo. Anzoátegui, Venezuela) pasan cosas inverosímiles (poco creíbles). Cosas que difícilmente pasan en Caracas, la capital, o en cualquier otra parte del país.

 

Fui a la disco de moda en aquél entonces: Nikki Beach. El lugar estaba a reventar y la música genial. Siempre me ha gustado ver a la gente bailar aun cuando yo no baile nada.

 

En algún momento de la noche decidí salir del local y sentarme en las mesas de afuera. En ese momento vi a un tipo tratando de tener una conversación con una chica simpática.

 

Era evidente que la estaba seduciendo pero el no hablaba español y ella no hablaba inglés, así que tenían problemas para comunicarse. Decidí ayudar al hombre. Yo no había conocido a nadie, así que quise ayudarle. Vamos, con suerte él tendría suerte... y tendría sexo.

 

El: Se amaba Neils, de contextura normal, de unos 40 años, blanco, alto, de ojos claros, velludo y muy atractivo. Era un turista procedente de en Dinamarca.

 

Ella: sólo recuerdo que era simpática. No me fijé en nada más.

 

hombre velludo

Estuve todo el resto de la noche como traductor de ambos.

 

Cuando comenzó a salir el sol, Neils invitó a su amiga a otro lugar, pero aunque ella quería, respondió en que no podía ir. Ella andaba con unos amigos y aparte, era madre soltera, así que tenía que llegar a su casa.

 

Neils hizo todo lo que pudo por convencerla. A todas estas, yo traducía cada palabra y hasta crucé los dedos para que ella cediera.

 

Pero Neils no lo logró. Ella se fué. Quedamos Neils y yo.

 

Me ofrecí a llevar a mi amigo danés a su hotel y el aceptó.

 

Neils me dijo que no recordaba el nombre del hotel y supuse que era producto de las cervezas que tenía en su cuerpo. Así que decidí llevarlo por todos los hoteles de en Lechería que conocía.

 

Neils no reconoció ninguno y cuando pasamos por mi casa y le dije que yo vivía allí, me dijo que si yo quería nos quedáramos allí, descansáramos un rato y luego lo llevara a su hotel.

 

Esa conversación no la olvidaré nunca y prefiero transcribirla tal y como la recuerdo:

 

  • Neils: Diego, si quieres vamos a tu casa, descansamos un rato y luego me llevas al hotel.

 

  • Yo: Neils, haz un esfuerzo, tienes qué acordarte del nombre de tu hotel o de dónde queda. Además, yo tengo una sola cama en mi casa y no puedes dormir allí porque yo duermo desnudo (dije bromeando).

 

  • Neils: ¿Cuál es el problema? Si tu duermes desnudo, pues yo también (respondió serio).

 

  • Yo: ............... (sin palabras, me tomó por sorpresa).

 

  • Neils: entonces?

 

  • Yo:................. (aun sin palabras, no sabía qué responder).

 

  • Neils: Vamos a tu casa entonces?

 

  • Yo: Ya va Neils, tengo que decirte que... que soy gay...

 

  • Neils: yo lo se.

 

  • Yo: ¿Cómo que ya lo sabes? En ningún momento de la noche te he dado pie para que pienses eso.

 

  • Neils: Lo se, lo se... Pero cuando nos traducías noté un "spark" (brillo) en tus ojos cuando me mirabas. Detuve mi carro.

 

  • Yo: Neils ... dime algo...¿Tu eres bi?

 

  • Neils: No lo se...

hombre guapo

 

Llegamos a mi casa y fui directo a mi nevera por una copa de vino. No podía creer lo que estaba sucediendo. Luego nos fuimos a dormir y entré a cepillarme los dientes. Al salir casi me da infarto cuando vi que Neils se quitó todo antes de meterse a la cama. Repito, TODO.

 

En ese punto no sabía quién estaba probando a quién. Así que decidí hacer lo mismo.

 

¿Iba a poder dormir? Imposible. Al cabo de unos 5 minutos hice una pregunta que tampoco olvidaré.

 

  • Yo: Neils, ¿puedo tocar?

 

  • Neils: Si. Puedes tocar. 

 

¿Para qué explicar lo que pasó después? Estoy seguro que es posible imaginarlo. Solo puedo decir que recuerdo esa noche cada vez que escucho la canción de El Taxista de Ricardo Arjona en donde dice que "le besé hasta la sombra".

 

A la mañana siguiente nos levantamos y lo llevé a su hotel. Supe en el camino que Neils se estaba divorciando y que estaba pasando por una crisis: La crisis de los cuarenta. Le pedí alguna forma para contactarle de nuevo: un correo, un teléfono, cualquier cosa. Me respondió muy gentilmente que no creía que fuese buena idea. Nunca más nos volvimos a ver.

 

A veces recuerdo a Neils y me preguntó qué será de su vida. Si se habrá vuelto a casar. Si habrá vuelto a probar con otro hombre. Si la experiencia conmigo la habrá sacado de su cabeza por haber sido una experiencia desagradable o si por el contrario, tendrá un buen recuerdo de mi... Me pregunto si habré sido yo quien le haya abierto una puerta, y si esa puerta permanece abierta o continúa cerrada para no ser abierta nunca más

 

Diego de La Vega

(Ni el zorro ni el hermanito de Erika)

 


¿Quieres compartir con nosotros tus anécdotas, vivencias, experiencias, o cualquier cosa que se te ocurra? Con nosotros puedes hacerlo enviándola a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. Con gusto publicaremos tu boceto, tu idea o tu texto en nuestra sección Confesiones de Medianoche. Anímate!! 

 

Recomendamos ver también:

 


¿Quieres compartir un comentario, observación o duda sobre este artículo o cualquier otro? Escríbenos a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..

 

Mantente informado sobre cada una de nuestras publicaciones agregándonos a tu FACEBOOK y/o a tu TWITTER.


Pin It