Confesiones de Medianoche: `Sexo con derecho a desayuno´
25.Jun.2022. Anécdotas. Vuelven las actividades relacionadas con el Orgullo LGTBIQ+ y este año he estado un poco reflexivo. Quizás porque parece que este año se espera volver a realizar actividades tal y como se hacía antes de la pandemia.
El Orgullo 2022 me ha hecho caer en cuenta que desde hace un par de años que no entro en aplicaciones para quedar con alguien. Es decir, llevo dos años sin actividad. Ya me siento un cero kilómetros. Hasta podría decirse que he vuelto a ser virgen de nuevo.
Todo este tiempo he estado fuera del mercado por culpa del covid. No solo porque enfermé a tal punto que tuve que ser hospitalizado sino porque perdí a varios seres queridos al mismo tiempo por culpa del coronavirus. Es la experiencia que me ha tocado vivir, una situación que no le deseo a nadie, ni siquiera a mi peor enemigo.
Han pasado ya un poco más de dos años de aquello. Poco a poco me he ido recuperando y creo que estoy listo para comenzar a salir de nuevo, conocer a otros y seguir con mi vida. Quizás no active las aplicaciones para conocer a otros hombres aun y en su lugar, vuelva a esa estrategia que llegué a implementar hace algunos años por mucho tiempo, estrategia que en aquél momento no sabía que era una estrategia y que ahora llamo "sexo con derecho a desayuno".
Se trataba de salir de cacería a un bar gay, conocer a alguien que me gustara y llevármelo a casa. Hay gente que luego de tener sexo se viste y se va. Si el sexo era malo, yo mismo les invitaba a irse. Sin embargo, si el sexo era bueno, guardaba silencio y hasta les invitaba a pasar la noche en mi cama. Si aceptaban, no sólo era una oportunidad para dormir abrazado a alguien, sino también para compartir un poco más porque como premio les ofrecía un suculento desayuno por la mañana.
Así desayunaba con alguien casi todos los domingos por la mañana (solía salir los sábados por la noche) y era una experiencia que disfrutaba muchísimo. Llegué a conocer en un par de años a hombres con los que habría podido tener muchos más desayunos si ellos no estuvieran de paso/turismo por mi ciudad, de haber estado solteros o con suerte, de haber estado emocionalmente disponibles y dispuestos para una relación.
Ahora reconozco que se trataba de una estrategia para llenar un vacío que provocaba la ausencia de pareja. O tal vez era una estrategia poco usual de buscar pareja. Era, sin duda, una forma de conocer un poco más a esa persona con la que había compartido la cama. Ahora lo tengo claro. No lo niego: siempre he querido compartir mi vida con alguien.
Justo hace unos días he estado acordándome de Ignacio, a quien conocí hace ocho años, un vecino con el que quedaba de vez en cuando para pasarlo bien. En principio, era algo sin compromiso, hasta que él me propuso que simuláramos que éramos pareja cada vez que nos viéramos y a lo que yo accedí.
Siempre me dejo de llevar, aunque en el fondo sabía que no era una buena idea. Ignacio y yo comenzamos a vernos al menos una vez por semana por iniciativa de él y a pesar de que cuando nos veíamos interpretábamos un papel, poco a poco me fui involucrando. No era para menos: muchos besos, muchas caricias, muchos "te quiero", contarnos cosas, cocinar para el otro, etc.
Cuando Ignacio se dio cuenta de que yo me estaba involucrando sentimentalmente, comenzó a hacer cosas para que me alejara: no responder mis mensajes, dejar de escribirme, no tener tiempo e incluso situaciones tan crueles como cancelar un encuentro justo antes de vernos. Por supuesto que no tuve más remedio que alejarme y olvidarme de él.
Hace poco coincidí con Ignacio y a su modo me pidió perdón por haber actuado de aquella manera. Me confesó que en aquel entonces necesitaba olvidarse de alguien desesperadamente y su propuesta hacia mi había sido parte de una estrategia para lograrlo. No me molesté con él (aunque estaba en mi derecho por haberme utilizado). En su lugar, sentí pena por él.
A los días me di cuenta que todos tenemos una estrategia en la vida (laboral, familiar, personal) y que a veces tenemos una forma de actuar que es parte de una estrategia para lograr lo que queremos sin ser conscientes de que es una estrategia. Ahora me doy cuenta que ofrecerle desayuno a todos aquellos amantes de paso era parte de mi estrategia para encontrar a alguien con quien repetir. Realmente no era consciente en aquel momento.
Ahora que soy plenamente consciente de la estrategia "sexo con derecho a desayuno", tengo ganas de volver a implementarla. Tal vez ahora la conversación sea mas productiva o incluso mi filtro sea más selectivo (quedan fuera chicos muy jóvenes o turistas). Quizás de con otro hombre que me realmente me guste y que esté emocionalmente disponible y dispuesto para repetir y con suerte, cultivar una relación de pareja.
Este fin de semana saldré a un bar o discoteca gay. Iré sin expectativas pero espero tener algo de suerte. Me encantaría conocer a alguien que me guste y que sea mutuo, es decir, que quiera venir a mi casa, que lo pasemos bien juntos y que desee quedarse hasta la mañana siguiente. Prometo prepararle un buen desayuno.
Tony
¿Quieres compartir con nosotros tus anécdotas, vivencias, experiencias, o cualquier cosa que se te ocurra? Con nosotros puedes hacerlo enviándola a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. Con gusto publicaremos tu boceto, tu idea o tu texto en nuestra sección de Confesiones de Medianoche. Anímate!!!
Recomendamos ver también:
¿Quieres compartir un comentario, observación o duda sobre este artículo o cualquier otro? Escríbenos a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..
Mantente informado sobre cada una de nuestras publicaciones agregándonos a tu FACEBOOK y/o a tu cuenta de X (antiguo Twitter).