Confesiones de Medianoche: `No eres bisexual... eres un hombre gay´
01.Oct.2024. Anécdotas. Lo supe desde siempre Antonio. Te lo dije mil veces. Nunca me quisiste creer. Es más, te reías cada vez que te lo decía pero yo tenía razón.
Lo sabía por la forma en que me besabas, lo sabía por la forma en que me tocabas. Lo sabía por la forma en que me hacías el amor, en ocasiones con ternura, en otras, con desesperación, como si no hubiera mañana y necesitáramos satisfacer nuestros más primarios instintos carnales.
Lo sabía por los mensajes que me escribías. Lo sabía cuando me llamabas para preguntarme si quería que fuera a tu casa porque tu esposa e hijos no estarían en ella. Lo sabía por todas esas tardes en que dormíamos la siesta juntos, abrazados, desnudos y muertos del cansancio.
Te lo dije muchas veces. Especialmente aquella vez cuando decidí ser yo quien tendría el control, una de esas tardes de domingo en que los dos juntamos nuestros cuerpos y mi lengua recorrió cada parte de tu cuerpo. Te sentí vibrar de placer y pude presenciar con mis propios ojos cómo perdías el control de ti mismo. Te derretías en mis brazos y me mostrabas lo mucho que me querías, mientras yo te correspondía.
Sin embargo, nunca me creíste. Te burlabas de mí. Para afirmar tu bisexualidad me contabas que tenías intimidad normal con tu esposa y que te habías trincado a más de una del trabajo, porque te acosaban tanto que finalmente cedías ante sus deseos.
Eras enfático al decirme que cedía porque no querías que comenzaran a dudar de tu masculinidad y dijeran que eras homosexual. Porque a ti te gustaban las mujeres y los hombres. Porque según tú no eras gay, eras bisexual.
Te lo volví a recordar cuando me despedí de ti. Cuando te dije que no podía continuar viéndote porque no podía tener una relación con un hombre casado, cosa que supiste entender. En aquél entonces no estabas preparado para aceptar la verdad.
Diez años después de aquella relación, que por cierto, recuerdo con cierto cariño, te encuentro en el supermercado. Nos saludamos con sorpresa, como dos viejos amigos que no se han visto en mucho tiempo.
Es curioso que no hayamos hablado en todo este tiempo, pero imagino que tiene que ver con que no suelo mantener amistades con las personas con las que he tenido relaciones sentimentales. Nunca me han parecido sanas ese tipo de relaciones, a pesar de que abundan mucho en el mundo gay.
Te pregunto por tu esposa y me dices que hace algunos años te divorciaste de ella. A continuación me muestras fotos de tus hijos y me sorprendo de ver cómo han crecido. Recuerdo las fotos de la repisa de tu casa, lugar al que fui en reiteradas oportunidades, cuando sólo estábamos tu y yo. En las fotos, ellos eran unos niños. Ahora son unos adolescentes/jóvenes que me cuesta reconocer.
Me cuentas sobre tu trabajo y me preguntas sobre el mío. Como no podía ser de otra manera, pasas a preguntarme si tengo pareja y te sorprende que me encuentre soltero. Supongo que te das cuenta que me incomoda que me preguntes por mi vida sentimental, así que para cambiar la incómoda conversación me cuentas que sales con alguien y que te encuentras muy a gusto.
Allí, en un pasillo de supermercado, nos contamos 10 años en escasos diez minutos aproximadamente. Cuando nos abrazamos para despedirnos, me sorprendes diciéndome que yo tenía razón. Me separo mirándote contrariado. No se a qué te refieres pero mi duda queda respondida segundos después.
Con una ligera sonrisa en tu cara me preguntas "¿Recuerdas cuando me decías que yo no era bisexual? Pues tenías razón. Resultó que no era bisexual. Resultó ser que era gay. La persona con la que salgo no es una mujer. Se llama Alessandro. Resultó que siempre he sido gay y ya casi todos en mi familia lo saben. Ya no estoy en el clóset".
De pronto mi cabeza retrocede 10 años. Cuando te burlabas de mí cuando yo te hacía ese comentario, que por cierto, en algunas ocasiones inclusive hizo que te molestaras un poco, lo que me obligaba a cambiar rápidamente de conversación.
Te respondo "Antonio, no tienes qué decirme nada. Lo he sabido desde siempre. Nunca he dudado de ello pero me alegra que tarde o temprano lo hayas descubierto tu también".
Te abrazo con cariño pero rápidamente. Una señora está cerca y tiene mala cara. Y mientras salgo del supermercado, pienso en si existirá el destino porque hemos conseguido continuar una conversación que podría haber quedado pendiente. El universo ha conspirado para que ambos hayamos ido a un lugar que nunca frecuentamos.
Mientras conduzco a casa, me pregunto qué habría pasado si te hubieses dado cuenta que eras gay cuando estábamos juntos. Trato de responder la pregunta retrocediendo diez años atrás, cuando éramos más jóvenes.
Me invento un mundo paralelo que nunca existió ni existirá. Pero me dejo llevar, pensamientos e imaginaciones vienen y van, especialmente reproduciendo muchas más otras tardes de domingo...
Massimo G.
¿Quieres compartir con nosotros tus anécdotas, vivencias, experiencias, o cualquier cosa que se te ocurra? Con nosotros puedes hacerlo enviándola a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. Con gusto publicaremos tu boceto, tu idea o tu texto en nuestra sección de Confesiones de Medianoche. Anímate!!!
Recomendamos ver también:
¿Quieres compartir un comentario, observación o duda sobre este artículo o cualquier otro? Escríbenos a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..
Mantente informado sobre cada una de nuestras publicaciones agregándonos a tu FACEBOOK y/o a tu cuenta de X (antiguo Twitter).