Confesiones de Medianoche: "El 11 de Septiembre acabó con mi relación"
12.Oct.2016. Anécdotas. Hoy en día dicen que las relaciones tienen fecha de caducidad. A veces, inclusive antes de comenzar. Pero la mía no la tenía. Me llamo Alvaro. Soy un italo-venezolano que hace 25 años dejó Venezuela para viajar por el mundo. Primero vivií en Francia, luego en USA y ahora en España. Si, he tenido la oportunidad de vivir en varios países. He sido un aventurero. Todas han sido experiencias enriquecedoras. Pero debo decir que Nueva York fue la más agitada de todas.
Vivir en Europa es totalmente diferente a vivir en USA, al igual que vivir en Paris es totalmente diferente a vivir en Madrid. Pero debo decir que mi experiencia en Nueva Yor fue increíble. Decidí irme a vivir allí por el año 98. Wow... mientras escribo estas líneas me doy cuenta del tiempo que ha transcurrido desde entonces. Pero lo recuerdo como si hubiera sido ayer.
En Nueva York conocí a Andrew, quien fue mi primera pareja-hombre. La verdad fue mucho más que eso. Con el descubrícómo es enamorarse de otro hombre. Cuando dejé Paris, también dejé una relación de siete años con una chica. Fue bueno mientras duró pero algo en mi me decía que me gustaban más los hombres. Cuando se lo confesé, terminó nuestra relación. Necesitaba cambiar de aires. Comenzar de nuevo y Nueva York fue mi opción.
A Andrew lo conocí en la entrada de un bar de Manhattan. Luego de unos seis meses de estar viviendo allí. Hubo "click" desde el primer cruce de nuestras miradas. Cuando hubo sexo, supe inmediatamente que eso era lo mio y descubrí que efectivamente era homosexual. De él me enamoré ya que a los tres meses de habernos conocido ya hacíamos planes de vivir juntos. Decidimos establecernos en un modesto apartamento de Brooklyn.
Para esa mañana del 11 de Septiembre ya teníamos más de tres años viviendo juntos. Ambos trabajábamos, teníamos amigos y muchos planes juntos. Pero todo cambió a partir de ese día, para no ser más nunca como antes.
Mi pesadilla
Estaba en mi trabajo cuando escuchamos la primera detonación. Eso fue lo que pensamos, que era una detonación de una bomba. Fue cuando vimos las noticias que nos enteramos de que había sido un avión, y unos quince minutos más tarde, vimos y escuchamos en directo cuando el segundo avión impactó la torre sur del World Trade Center. Todo ocurría demasiado rápido ante nuestros ojos.
Recuerdo que mi cuerpo estaba en estado de shock. Entonces pasó al asombro, luego a la angustia, para posteriormente dejar paso a la desesperación. Yo estaba "a salvo" en Brooklyn. Y utilizo las comillas porque en aquél momento de confusión no sabíamos si había un lugar a salvo. PeroAndrew trabajaba a escasas manzanas del World Trade Center. No sabía si estaba vivo y si lo estaba, estaba seguro que corría peligro.
Luego del ataque, no había forma de comunicarnos. Las líneas telefónicas no funcionaban. Nadie se imagina la angustia y desesperación que vivimos miles de familias. Los ataques se realizaron a primera hora de la mañana. Fueron más de doce horas sin saber de él. No supe nada de Andrew hasta la medianoche, cuando finalmnete él pudo llegar a casa.
Cuando vi entrar a Andrew a la casa sentí alivio. Enseguida corrí hacia el para abrazarlo, besarlo y atenderlo. Andrew estaba completamente lleno de cenizas, con raspaduras en los brazos y cara. Tenía la mirada perdida. No era la misma persona alegre, vivaz, de buen humor y sonrisa encantadora que se había despedido de mi con un beso temprano en la mañana. Andrew era otro. No era para menos.
No podía evitar llorar. Andrew pensaría que era de alivio pero mis lágrimas eran de dolor. Sabía que lo que había pasado Andrew había sido todo un calvario. Y no podía hacer nada para ayudarlo.
La pesadilla de Andrew
Andrew estaba caminando hacia su trabajo cuando el primer avión embistió la torre norte del World Trade Center. El cuenta que el sonido fue ensordecedor. Estaba seguro que era una explosión. Vio gente correr pero el se quedó paralizado a causa de la confusión. Nadie se ponía de acuerdo sobre lo que pasaba. Le pareció escuchar a una mujer histérica que Nueva York estaba siendo "bombardeada". Que era un ataque terrorista. Cuando a escasos minutos escuchó el segundo estruendo, producto del segundo avión, Andrew no daba crédito.
Inmediatamente Andrew buscó un refugio porque quizás la mujer tenía razón y la ciudad de Nueva York estaba siendo atacada. Cuando salió de su refugio temporal pudo ver la nube de humo. El horror se encontraba frente a sus ojos: no uno, sino dos aviones habían impactado en las torres gemelas.
Desde su ubicación, Andrew podía ver la gente que aun se encontraba en la torre pidiendo auxilio, gente que huía de los edificios aledaños, bomberos, patrullas, todo parecía una película de ficción pero no era una película. Todo era real.
No pasó mucho tiempo cuando Andrew pensó que estaba ocurriendo un terremoto. Allí decidió correr por su vida. Pero no era un terremoto. Era quela torre sur se desmoronaba, ante la incredulidad de todos los newyorkinos.
Más y más gente corría pero ¿a dónde? Andrew decidió esconderse debajo de un automovil cuando la primera torre comenzó a derrumbarse. No pasó mucho tiempo después cuando el sonido se agudizó. Luego entendió que seguramente era a causa de la segunda torre que también suumbía. Cuando la nube de polvo y ceniza lo alcanzaron, Andrew estaba seguro de que había muerto.
Andrew puede que haya perdido el conocimiento porque recuerda vagamente lo que sucedió después. Aparentemente un bombero lo escuchó gritar pidiendo auxilio y fue sacado debajo del carro donde se encontraba. Al salir, todo era blanco, producto de la nube de polvo y cenizas. Sin embargo, recuerda haber visto cuerpos tendidos en el suelo, gente malherida, gente moribunda, gente muerta.
Andrew fue tratado por unas horas en un ambulancia en un espacio habilitado para tratar a los heridos. Necestiaba oxígeno. Estuvo allí hasta que las autoridades comenzaron a evacuar a los heridos a los centros de ayuda más cercanos. Andrew fue llevado a un centro cerca de casa y por ello pudo llegar esa misma noche a casa.
Nuestra rehabilitación
A partir de entonces mi tarea fue cuidar de Andrew. Decidí hacerme responsable de todo, no sólo de las tareas domésticas sino también encargarme del bienestar de Andrew. Ambos tuvimos que comenzar chequeos médicos regulares, especialmente por nuestros pulmones. Las cenizas que los que vivíamos en los alrededores de Manhattan habíamos aspirado no habían sido niveles normales.
Pero él había llevado la peor parte. Me refiero a la parte psicológica. Andrew no podía escuchar un ruido estruendoso para saltar del miedo, sea que éste fuera un fuego artificial, una ventana que se quiebra, un vaso que cae al suelo o algo tan sencillo como un timbre.
Por otro lado, ya no teníamos intimidad. Andrew no me tocaba y no quería que lo tocase. Pero no me importaba. Estaba seguro que se recuperaría a través de la terapia. Lo amaba.
Así pasaron los meses y luego Andrew se reincorporó al trabajo y estaba seguro que la situación cambiaría para bien. Pero no fue así. Andrew seguía igual de ausente. De pronto, me di cuenta que el Andrew que conocía había desaparecido es ese funesto atentado. Me preguntaba si lo encontraría de nuevo.
Su estado de ánimo mejoró un poco luego de un año, pero nuestra relación ya no era la misma. A veces me sentía frente a un desconocido. A los dos años, y haciendo un intento de salvar nuestra relación le pedí que se viniera a vivir conmigo a Madrid. El cambio de aires le haría bien. Allí habríamos podido comenzar de nuevo, pero Andrew se negó. No quería perder su trabajo y tener que comenzar de nuevo.
Había vivido para él luego de los ataques. Lo había apoyado en todo para su recuperación. Había estado esperando que mejorara nuestra relación. Le estaba dando la oportunidad a Andrew para comenzar de nuevo en otro país pero se negaba a ello. Estaba luchando por la persona correcta, la que quería junto a mi. Pero ya no podía más.Todo ello me forzó a tomar una decisión. Era hora de pensar en mi. Decidí irme a vivir a Madrid. Decidí que era momento de darnos un tiempo. Andrew se quedaría en Nueva York y yo iría a Madrid.
No fue fácil decirle adiós a Andrew para tomar el avión que me llevaría a Madrid. Pero tenía que hacerlo. Era hora de pensar en mi. Ambos sabíamos en el fondo que no era un "hasta luego". La distancia entre ambos iba a ser demasiada. Estaría el Atlántico de por medio.En el 2004 se terminó nuestra relación y no producto de una infidelidad ni porque se acabó el amor o había aburrimiento. Siempre diré que nuestra relación terminó producto de unos ataques terroristas que marcaron la vida de mucha gente. Y a Andrew y a mi esos ataques nos alejaron para siempre.
Alvaro Garmendia
Madrid, España
¿Quieres compartir con nosotros tus anécdotas, vivencias, experiencias, o cualquier cosa que se te ocurra? Con nosotros puedes hacerlo enviándola a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. Con gusto publicaremos tu boceto, tu idea o tu texto en nuestra sección Confesiones de Medianoche. Anímate!!
Recomendamos ver también:
¿Quieres compartir un comentario, observación o duda sobre este artículo o cualquier otro? Escríbenos a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..
Mantente informado sobre cada una de nuestras publicaciones agregándonos a tu FACEBOOK y/o a tu TWITTER.