Mi primer dotado
30.Jun.2010. Punto G. Como era lo usual, al caer la tarde, un fin de semana o un día cualquiera que ya no viene al caso, me disponía a buscar lo que la internet brindaba en relación con mi tema favorito: Los Hombres.
Recuerdo que caí en uno de esos típicos Chats de conversación, en lo que solo se hacen 4 o 5 preguntas para saber con quien hablas:
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1. Cómo eres?
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2. Rol?
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3. Edad?
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4. Qué buscas?
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5. Tienes sitio?
Para satisfacer la curiosidad de los lectores, daré las respuestas que en aquél entonces me brindó mi singular amigo:
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1. Alto, trigueño, canoso, morboso y dotado.
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2. Activo.
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3. 40 años.
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4. Conocer para pasar un rato chévere.
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5. Si.
Finalmente, acordamos una hora y con emoción 
me despidí del chat para partir al lugar. Luego, cada minuto que transcurría se convertía en ansiedad... ¿Cómo será físicamente? ¿Habrá química? ¿Qué haremos? ¿Qué me hará? ¿Cómo lo tendrá? Todas esas preguntas corrían por mi mente en ese entonces.
Al llegar al lugar acordado me di cuenta que se trataba de un bufete de abogados. Era el sitio predilecto para conocernos.
Subí al edificio donde quedaba la oficina, piso 2 por suerte; toqué el timbre, cuyo interior no se veía; y salió él. No hubo exageración por el chat. Mi amigo era bien parecido y simpático, acorde a lo descrito por Chat.
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Pasa adelante, ¿Cómo estás? - me dice.
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Yo bastante bien, ¿me regalarías agua? - respondí.
¿Cómo olvidar lo que pasó despúes?
En menos de un minuto, sin haber terminado mi vaso de agua y en un momento en que le dí mi espalda para dar un vistazo al lugar, este abogado tímido se me lanzó encima para apreciar mis encantos.
Bajé mi vaso y él lo colocó en el escritorio, me volteó y comenzamos a besarnos acaloradamente.
Recuerdo la forma en que el tomaba mi cabello. Recuerdo sus besos.
No se cuánto tiempo pasó mientras nos besábamos. Solo se que había química. Y mucha.
Recuerdo que su correa y su pantalón color negro dieron al suelo para dar paso a un boxer de color blanco.
Muchas personas mienten con sus dotaciones por chat para no ser descartados a priori. He llegado a concluir que muchos se miden desde el ombligo. De hecho, están los más osados que se incrementan hasta seis centímetros.
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.Pero este no era el caso. En aquella oportunidad entendí que a veces la palabra dotado puede quedarse corta. No necesité una regla ni ningún instrumento de medición. No habían dudas... eran 25 centímetros...
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Freeman Liver
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