Nueve mitos y realidades del sexo oral
28.May.2022. Mitos. Sí, existen muchas dudas respecto a la sexualidad, sobre todo cuando se está empezando a experimentar e incluso después de tener una vida sexual activa. ¿Pero qué tanto sabes del sexo oral?
Uno de los constantes cuestionamientos que surgen es acerca del sexo oral. Aquí te contamos los mitos y verdades más comunes que surgen respecto a esta práctica íntima. No te equivoques, desmentimos y confirmamos aquellas realidades de este placer sexual para que lo disfrutes al máximo.
01. Mito: El sexo oral es obligatorio
Falso. En ningún caso debes llevar a cabo prácticas sexuales con las que no estés de acuerdo o cómodo. Recuerda que el único fin de esta práctica es tener mayor placer sexual, así que si no lo tienes y no lo quieres hacer o recibir, no tienes que hacerlo.
02. Mito: Es imposible contraer enfermedades de transmisión sexual a través del sexo oral
Falso. Aunque es más difícil contagiarte de alguna enfermedad a través de la boca, es totalmente posible contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS) como sífilis, gonorrea, VIH/SIDA y VPH, por mencionar algunas.
La higiene de la cavidad bucal, al igual que la de los genitales, es crucial para evitar distintas enfermedades.
03. Mito: Si no hay síntomas visibles no hay peligro
Falso. Las lesiones pequeñas, heridas o hemorragias, que suelen haber en las encías, son un potencializador de riesgo, así que lo mejor que puedes hacer antes de practicar sexo oral es no lavarte los dientes, sólo enjugar con enjuague bucal y es mejor aún, usar protección como el condón.
04. Mito: No es necesario usar condón cuando haces sexo oral
Falso. Usar un preservativo o barrera física para evitar el contacto con cualquier fluido, es esencial, sobre todo al tener más de una pareja sexual. Con esta medida preventiva, eliminarás el riesgo de contraer alguna infección en la boca o garganta. Virus como el herpes pueden entrar fácilmente si tienes una pequeña llaga en tus encías o dentro de tu boca.
Recuerda, la calentura se puede quitar en cualquier momento, pero el virus se queda por siempre.
05. Mito: Lo que comes afecta el sabor del semen
Verdadero. Es una de las mayores realidades del sexo oral, así que si no te gusta el sabor de los fluidos, probablemente deberías pedir a tu pareja cambiar la dieta.En el caso de las mujeres esto no sucede, ya que el sabor del fluido de cada mujer varía según el estado hormonal en que esta se encuentre.
06. Mito: A todos los hombres les gusta practicárselo a sus parejas
Falso. En realidad a muchos les disgusta, especialmente cuando el que recibe el sexo oral empuja la cabeza de quien hace el sexo oral, intentando que llegue hasta el fondo. Nada mejor que preguntar si disfruta haciendo el sexo oral y dejar que el otro decida hasta dónde llegar.
07. Mito: El sexo oral sustituye a la penetración
Falso. No lo hace. El sexo oral es otra manera de obtener satisfacción sexual, como complemento; así que dependerá de ti y tu pareja el cómo quieren que funcione la práctica, como parte de, antes o después.
08. Mito: La forma del pene influirá en la forma de practicar el sexo oral
Verdadero. Dependiendo de las características del pene, habrá una forma de hacerlo mejor. Es crucial seguir la anatomía del pene, sea circunciso o no, con forma de hongo, curvo o tipo garfio.
En cada caso habrán técnicas para hacerlo mejor ya sea enfocarte en el glande (en el tipo hongo), no forzar demasiado el frenillo hacia arriba o hacia abajo (en el caso de un hombre no circunciso), o evitar enderezar penes curvos o tipo garfio.
09. Mito: Los hombres disfrutan cuando reciben sexo oral de forma agresiva
Falso. Si eres de las personas que creen que entre más rudo mejor, te equivocas (ya hubo una pista en el mito anterior). Si retraes el prepucio del hombre de forma agresiva puede ser doloroso para éste.
Por otro lado, el glande de puede ser muy sensible al tacto para muchos hombres. Esto significa que podrías estar incomodando en lugar de dando placer si crees que estás frente a un chupachús, chupetín, chupaleta, chupeta, pirulín, popi o cóyac (depende del país que te encuentres).
Vale la pena comenzar gentimente (por muchas ganas que tengas). Poco a poco podrás aumentar la intensidad, siempre chequeando que tu pareja se encuentre realmente disfrutando y no viviendo una de sus peores pesadillas. Dicen que la práctica hace al maestro... ¿Qué esperas para comenzar a practicar?
Maximiliano Maztrantone
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