¿Quieres ser parte del problema o de la solución?
30.Jul.2021. Maytte. Ser víctima de la inseguridad, quedarse sin empleo, o no conseguir trabajo, pueden ser situaciones que hagan parecer que el cielo se nos cae a pedazos y que todo se pone en nuestra contra.
Sin embargo, abrumarse ante la crisis, acobardarse ante la pérdida o convertirse en un manojo de nervios, incertidumbre y pánico no ayuda en nada. ¿Quieres ser parte del problema o de la solución? ¿A qué bando te unes?
Una reacción exagerada de pánico, pesimismo o angustia, complica mucho más el problema y hace que sea más difícil de sobrellevar y solucionar una crítica o desagradable situación.
Sólo la calma y la serenidad, además de una actitud optimista, una confianza plena en nosotros y en la vida, un plan de acción concreto y realizable, y una acción serena y continua, serán las herramientas que paso a paso nos lleven a puerto seguro.
Cuida tu actitud
No vale la pena ser demasiado pesimista. Es normal que perdamos confianza y veamos todo negro, pero recordemos que perdemos la perspectiva y matamos cualquier iniciativa que nos ayude de alguna manera a superar nuestra crisis si entramos en negativismo total, dedicándonos a renegar y a compadecernos de nosotros mismos, quejándonos y magnificando la situación difícil.
- No abandones tus sueños
Es normal que tendamos a protegernos y desanimarnos, pero recordemos que todo siempre pasa, sólo tenemos que tratar de mantenernos firmes, intentar pasar el mal momento de la mejor manera y sobrevivir, afectándonos lo menos posible mientras amaina la tempestad.
Sin embargo, una actitud demasiado optimista es también peligrosa, pues si perdemos nuestro polo a tierra y nos volvemos soñadores, evadiendo la realidad, impediremos que actuemos con buen criterio y determinación.
Recordemos que si no tomamos una decisión y acción inmediata, las cosas se complicarán más y más. Las cosas usualmente casi nunca se arreglan por sí solas. Miremos desapasionadamente la situación, consultemos con los amigos o expertos, si es el caso, y busquemos una salida con confianza y fe tratando de tomar decisiones sanas.
- No acumules ni rabia ni miedo
Las dos emociones más destructivas que siempre acompañan las crisis son la ira desenfrenada y el miedo paralizador. Aunque los hechos sean desoladores debemos mantener siempre la cabeza fría, evitar la rabia y nunca agredir a los nuestros (familia o colaboradores), sin importar la presión o el estrés que estemos soportando.
El echarnos culpas, el regañar o el gritar los unos a los otros no mejora la situación, sólo la empeora. Tratemos de canalizar nuestra frustración y tranquilizarnos.
El miedo es también un gran obstáculo para sobrellevar las crisis. El pánico nos impide pensar con claridad, además de que nos paralizará y evitará que tomemos cualquier acción. Asimismo, nos llevará a sufrir el doble con un gran desgaste emocional. Para combatir el miedo, podrías hacerte estas preguntas:
- ¿Qué tan posible es que me pase lo que tanto me preocupa?
- ¿Qué puedo hacer para minimizarlo o evitar que eso pase?
- ¿Y si pasa, qué?
- En verdad, ¿a qué le tengo miedo?
Es aconsejable que tomes unos momentos para reflexionar y, de ser posible, conversar con un buen amigo que te dé otra perspectiva de la situación. Unas palabras de aliento o una opinión diferente a la nuestra aclaran los pensamientos y nos permiten ver elementos que antes no veíamos a pesar de ser absolutamente obvios.
- Recuerda que siempre hay tiempo
Cuando enfrentamos una situación de crisis, corremos sin cesar y sin saber a dónde, tenemos una falsa sensación de acoso, corremos sin-ton-ni-son. Lo mejor es detenernos un momento y pensar con calma a pesar de la situación, ahorrar energía y tiempo, evaluar lo que disponemos y lo que nos falta y después actuar con tranquilidad y seguridad, la calma en estos momentos es vital.
Usa tus recursos limitados lo mejor posible y en donde quiera que estés. En eso radica la diferencia entre un ganador y un perdedor. Agudiza tu ingenio, dale rienda a tu creatividad, duplica o triplica tu esfuerzo, anímate y sin mirar para atrás sal con todas tus fuerzas de esa situación difícil. Siempre se puede. Recuerda ya ha perdido quien no sale a ganar.
- No pierdas de vista que todo pasa
La rueda de la vida es un continuo sube-y-baja, todo es cuestión de tiempo, lo importante es sortear los momentos difíciles inteligentemente. Espera y prepárate para cuando llegue una nueva oportunidad.
En muchas ocasiones lo tenemos todo y no logramos vivir plenamente. Y entonces nos llegan situaciones inesperadas, que en principio parecen negativas, aunque son verdaderas bendiciones. Después, en el tiempo, cuando hayas dejado atrás esos instantes de crisis que parecían insuperables, sonreirás y las recordarás solo como buenas experiencias, al ver como saliste de ellas.
Maytte
@HolaMaytte
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