¿Eres una persona satisfecha con la vida que llevas?
01.Oct.2023. Maytte. Muchas veces llevamos una carrera desenfrenada por conseguir y adquirir nuevas y más altas metas materiales, pensando que cuando lo logremos nos sentiremos "tan felices" como otras personas que han logrado lo mismo.
¿A dónde vas? ¿A dónde quieres llegar? ¿Sientes que algo falta o necesitas cambiar de rumbo? ¿Estás satisfecho con tu vida? ¿Estás satisfecho con la vida que llevas?
“Había una vez un hombre que cada mañana iba a la cantera a picar la piedra. A pesar de ser muy pobre era feliz, y mientras trabajaba, cantaba y sonreía.
Un día recibió el pedido de trabajar para el rey. Cuando llegó al palacio y contempló su majestuosidad, sufrió por primera vez del dolor que produce el deseo. Suspiró profundamente y dijo:'
¡Quién pudiera ser rico! Así no tendría que ganarme el pan con sudor y lágrimas'
Imagínense su sorpresa cuando una voz le contestó:
‘Tus deseos son órdenes. A partir de ahora tendrás todo lo que desees’.
Al principio no supo cómo reaccionar, pero cuando llegó a su humilde casa, ésta se había convertido en un palacio espectacular. A partir de ese momento, el cantero abandonó su trabajo y empezó a disfrutar de la opulencia.
Una tarde, se asomó a la ventana, y se maravilló ante el poder de los rayos del sol, que atravesaban incluso los gruesos cristales de las ventanas. '¡Cuánto me gustaría ser como el sol, con su brillo y fuerza!', exclamó. Y una vez más su deseo se hizo realidad, y se vio a sí mismo repartiendo rayos de luz en el universo.
Durante un tiempo, todo marchó muy bien. Pero un día llegó la lluvia, y el sol se dio cuenta de que no podía atravesar las gruesas nubes con sus rayos. Entonces, se transformó en lluvia, pero pronto descubrió que una osada piedra podía atravesarse en su camino y desviar su cauce. Entonces muy enojado, deseó ser piedra.
Se convirtió inmediatamente en un enorme bloque pétreo. Pero su dicha fue corta, pues empezó a oír a un hombre picar piedra a sus pies. Entonces deseó ser hombre. Y una vez más, se convirtió en el ser humano que había sido. Y mientras trabajaba, el humilde cantero cantaba alegremente, como muestra de la satisfacción por la vida que le había tocado vivir”.
Muchas veces el deseo o la ambición de tener más cosas o de experimentar la vida que otras personas llevan, y que desde afuera nos parecen más felices que nosotros, nos coloca en una carrera desenfrenada por conseguir y adquirir nuevas y más altas metas materiales, pensando que cuando lo logremos nos sentiremos como ellos, y al fin habremos llegado a la plenitud de nuestra vida.
Pero lo cierto es que cuando nos embarcamos en esta búsqueda alocada, corremos el riesgo de perder lo verdaderamente valioso que tenemos en la vida, al no poder reconocer y apreciar el valor del trabajo que realizamos, de los aspectos positivos que tiene el lugar donde vivimos, del beneficio que nos generan las cosas que ya hemos conseguido y del placer y la plenitud que nos produce el contacto y la relación que mantenemos con las personas queridas.
No es que sea malo experimentar el deseo de complementar nuestro bienestar o mejorar nuestra calidad de vida. Por el contrario, plantearnos ciertas metas le agregará dirección y motivación a nuestros esfuerzos diarios y mucha pasión a nuestra vida, siempre y cuando el deseo de alcanzar nuevas cimas, no sea motivado por la envidia o una ambición desmedida, porque en cualquiera de estos casos, perderíamos la posibilidad de disfrutar a plenitud de la vida que tenemos.
Desarrollar la capacidad de apreciar y disfrutar la vida, nos permite tener el valor y la fortaleza para enfrentar y superar la dificultad, nos estimula a disfrutar de cada pequeño o gran regalo que recibimos, nos crea el compromiso de reconocer y celebrar cada logro o propósito conseguido y nos da la conciencia de continuar haciendo nuestro mejor y mayor esfuerzo para continuar alegrándonos por nuestro caminar.
Si deseamos cambiar o mejorar algún aspecto de nuestra vida, lo que necesitamos es tomar la decisión de buscar las herramientas, los recursos y la información, que nos permita hacer el trabajo necesario con voluntad, responsabilidad, pasión, perseverancia y mucho entusiasmo, para lograrlo.
A veces necesitamos dar una larga vuelta por el mundo, experimentando todo tipo de situaciones y pagando un costo alto de sacrificio, para descubrir que no necesitábamos hacerlo para sentirnos plenos.
Valdría la pena que tomes nota de estas claves para sentirte satisfecho con tu vida:
- Establece tus límites. Piensa en que es lo que realmente necesitas para sentirte a gusto con tu vida, traza un límite y una vez que consigas tus objetivos, detén tu carrera alocada y disfruta de la vida.
- No uses a los demás como un punto de referencia. Concentra tu atención en ti mismo, descubre qué te gusta, qué te hace sentir bien, a qué te gustaría dedicarte. Haz una lista con todas esas cosas y dedícate a cumplir con cada una de ellas. Recuerda lo importante que es construir la vida que quieres para ti.
- Disfruta y celebra tus logros. En lugar de continuar conquistando nuevas cumbres, tómate el tiempo para asumir y disfrutar cada logro conseguido por ti. Detente el tiempo suficiente para asegurarte de que te sientes bien y para vivir los beneficios del cambio o de la meta que acabas de alcanzar.
Maytte
@HolaMaytte
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