Confesiones de Medianoche: `Estoy cansado de que mis relaciones con otros hombres no pasen los 3 meses´
13.Ene.2022. Anécdotas. Me llamo Daniel. Tengo un problema, o quizás no es un problema. Depende del punto de vista de cada quien ¿Alguien puede darme su opinión al respecto? Pasa que mis relaciones con otros hombres no pasan de los tres meses. Cuatro, como mucho.
Hay "amigos" que me dicen que soy yo quien tiene un "issue". Que no es posible que a mis treinta y muchos no haya tenido una relación que pase ese tiempo.
Tal vez esos "amigos" tengan razón. Quizás tenga un problema y no lo se. Hasta ahora siempre había creído que mis cortas relaciones se debían por factores externos, es decir, que no era por mí. ¿Por qué? Porque tengo una facilidad para conseguirme con:
- Hombres que descubren que no han superado a su ex.
- Hombres que realmente no quieren una relación en serio.
- Hombres que no se han aceptado a sí mismos y no han salido del clóset.
- Hombres que quieren una relación pero quieren seguir manteniendo aplicaciones para conocer a otros hombres.
- Hombres que no creen en la monogamia.
- Hombres que tienen problemas o repentinos cambios de humor.
- Hombres que no saben lo que quieren.
- Hombres que... etcétera...
Hace un par se semanas vi la película "`La La Land´ una historia de amor hecha musical". Tuve un mal día y quería ver una película que tuviera un final feliz... estaba seguro que por tratarse de un musical tendría mi final feliz (odio los musicales pero amo los finales felices).
Pero para mi sorpresa, no hubo final feliz. Es más, cuando terminó la película sentía ganas de llorar. Habían lágrimas en mis ojos. Me senté y el asunto empeoró. Me vi llorando como cuando alguien llora por la muerte de un ser querido. No podía resistir las ganas de llorar. Fueron quince minutos en los que lloré desconsoladamente. Nunca me había pasado algo así.
Lo curioso es que la película no es triste. No tiene un final desagradable. Es más, se trata de una excelente película que cuenta con actuaciones increíbles que no tienen nada qué ver con meros interludios musicales. Es más me atrevería que debió ganarse un Oscar, de esas que vale la pena volver a ver. Pero la película me dejó pensando.
Todo comenzó cuando transcurren las escenas de la relación que pudo haber sido entre los personajes de Mia (Emma Stone) y Sebastian (Ryan Gosling). Me comenzaron a salir lágrimas cuando Mia termina la obra de teatro ante un auditorio repleto, y es Sebastian quien primero se levanta a aplaudirle con emoción, justo antes de la ovación del resto de los presentes, cosa que realmente nunca ocurre en la realidad de la película - escribo éstas líneas y vuelven lágrimas a mis ojos-. Fue una de las cosas que debió haber pasado pero no sucedió.
Mia (Emma Stone) y Sebastian (Ryan Gosling) en la película "La, La, Land".
No puedo dejar de pensar en esas relaciones que fueron muy prometedoras al principio e imaginar lo que pudo ser si él hubiese puesto un poquito más de su parte... Ok. Seamos honestos: si yo también hubiese puesto un poquito más de mi parte.
Hay algo que mis "amigos" no saben. La verdad es que solo una vez he superado los tres meses. Debo confesar que la relación más larga que he tenido ha sido de nueve meses. Se llamaba Fausto, quien me gustaba. Y mucho. Era mi tipo físicamente. El era una de esas personas que siempre te dan un buen consejo o una palabra de sabiduría cuando te encuentras frente a algún problema. Era un gusto estar con él dentro de la cama y fuera de ella.
Con Fausto me di cuenta que para mi es importante que exista admiración. Fausto era una de esas personas optimistas que siempre andan pensando en mejorar su sitación y luchan por ello. Siempre viendo el lado positivo de las cosas, sensible y con muchas otras características dignas de admirar.
Fausto creció en un hogar sin padre, con muy pocos recursos, lo cual lo obligó a trabajar mientras estudiaba su carrera universitaria. No fue fácil para él. Desempeñó una gran cantidad de trabajos: desde antender en una tienda de ropa hasta ser carnicero. Estuvo a punto de abandonar. Quienes han tenido que trabajar y estudiar al mismo tiempo, saben lo difícil que es salir adelante con una carrera profesional. Pero su esfuerzo rindió frutos.
Ahora Fausto tiene un cargo importante en la tesorería de una transnacional. Lo admiraba cuando lo conocí. Lo sigo admirando aun. Pero fui yo quien lo dejó. Nada es perfecto. Nadie es perfecto. No sólo se trataba de un hombre que no había salido del clóset, sino que poco a poco me fue relegando en su vida.
Para explicarme mejor, me vi forzado a terminar la relación porque poco a poco yo pasé del primer plano, al segundo, luego al tercero hasta finalmente no pintaba nada en su vida. De pronto me di cuenta que primero era su familia, luego sus estudios, después su trabajo... Yo no figuraba en ninguna parte. El tiempo que teníamos para vernos era poco. Yo estaba al final de todos sus planes. O al menos eso pensaba.
Luego de ver "La La Land" no pude evitar pensar en qué habría pasado si hubiese tenido un poco más de paciencia. Si lo hubiese invitado a conversar más. Si juntos hubiésemos decidido a darlo todo para que funcionara la relación.
Han pasado casi seis años de eso. Ya no hay nada qué hacer al respecto. Pero algo me dice que quizás he madurado. Ahora veo hacia atrás y me doy cuenta de las cosas que hice mal. De las decisiones que pude haber tomado "a la ligera". Y no se trata sólo de Fausto, sino también de esos tantos prospectos de pareja a quienes dejé de ver porque pensaba en que "no me daría mala vida" habiendo tanto hombre soltero por allí.
¿Será que he madurado? Puede que sea esa la explicación porque ahora veo las cosas con otra perspectiva. Tal vez estoy reflexionando sobre la necesidad de convertirme en un hombre más paciente de manera de tener tiempo suficiente para conocer a esos hombres que realmente valen la pena. Que si bien no son perfectos, sobresalen del resto.
Esos hombres no abundan en el mundo en que vivimos, pero existen por allí. Lo se porque conocido a algunos de ellos en el pasado. Espero volver a tener una nueva oportunidad en el futuro.
Daniel
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