¿Traspasas LÍNEAS ROJAS cuando discutes con otros?
01.Mar.2023. Para Leer. ¿Te has dado cuenta que en la calle es posible encontrar mucha gente que parece estar de mal humor? ¿Te has topado en el metro personas que parecen estar como de mala hostia? ¿Has coincidido con hombres o mujeres en un sitio público que parecen estar amargados? Un ligero inconveniente con estas personas se convierte en una gran discusión, un reclamo o en una gran pelea.
El sueldo que no alcanza, el diagnóstico de una enfermedad, un familiar que está muy enfermo o que ha fallecido recientemente, problemas de pareja, mal rollo en el trabajo, el corte inesperado de algún servicio en casa, la política, entre otras cosas, puede hacer que "estemos de a toque" y crucemos esa delgada línea roja, explotanto y exteriorizando nuestros problemas con personas que no tienen la culpa de nada. ¿Y tu? ¿Sueles perder el control? ¿Cuántas veces al día cruzas esa `delgada línea roja´?
Estos son unos ejemplos en los que cruzamos esa delgada línea roja:
- Cuando violentamos a otros con alguna expresión grosera cuando estamos al volante, sea que tengamos razón o no en nuestra maniobra al conducir.
- Ante el error de cobro de cualquier prestador de servicios: teléfono movil, el banco, la luz, etc; lo cual hace que nos descarguemos con todo nuestro furor en quienes no tienen la culpa: las personas que atienden en el número de atención al cliente o call center.
- Cuando se sube el tono de voz en medio de una discusión sobre política o religión con un amigo, familiar o vecino, lo cual se torna una gran discusión. En ocasiones, incluso en temas sin gran importancia.
- Ante el retardo o ausencia inesperada de alguien con quien tenemos una cita, lo cual genera como consecuencia no sólo nuestro excesivo malestar, sino que hace que tomemos decisiones impulsivas. Algunos intentos de relación a veces se terminan por las más insólitas pequeñas e insignificantes excusas.
Hay una "delgada línea roja" que divide el amor y el odio; la paz y la guerra; la cordialidad de la discordia; la amabilidad y la altanería; la paciencia de la impaciencia, etc. Esa línea roja es delgada porque se puede cruzar a través de ella muy fácilmente. Y en gran parte de los casos, pagan los platos rotos quienes no tienen nada que ver.
Si algo de lo dicho hasta ahora te suena, tómate unos breves minutos para reflexionar al respecto. Recuerda que si al cruzar esa línea nuestros problemas se resolvieran, entonces se tu actitud podría estar justificada. Pero no es ni será así.
¿Qué puedes hacer para no perder el control?
Hay algunos tips para no perder el control que deberías tomar en cuenta, entre ellos podemos adelantar:
- Respirar profundo si sientes que estás molesto. Espera a que llegue la calma a tu cuerpo para decir lo que quieres o tienes que decir.
- Evitar tomar una decision apresurada cuando "estás caliente". Date una vuelta a caminar, escucha tu música favorita, ve tu programa de televisión de la semana. Cuando tus pensamientos estén en orden, sabrás si necesitas tomar una decisión drástica o no.
- Revisar cuántas veces estás cruzando esa delgada línea roja a la semana. Ese número debe ir en descenso. Nunca en aumento. El reconocer que estás proyectando tus problemas personales en tus relaciones, es un buen comienzo. El mejor de todos.
Siempre ten en cuenta que es mucho más fácil destruir con un comentario o una acción. Lo difícil es construir, pero en el mundo actual que vivimos, es lo que hace falta. Hoy mas que nunca.
Isaac Nathan Bloom
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